La eficiencia energética supone reducir el
consumo de energía con el fin de obtener beneficios económicos, ecológicos y
sociales, sin que ello suponga una merma de la calidad de vida o del confort en
nuestros hogares.
Esta es una tendencia en auge, por lo que no
sorprende que las nuevas tecnologías nos ayuden a ir en esta dirección, pues
cada vez se prima en mayor medida el bajo consumo en los nuevos diseños. Sin
embargo, pese a la ayuda que nos puedan ofrecer los avances tecnológicos, no
hay nada como conocer los tips para llevar a cabo un uso responsable de los
recursos.
Así pues, hoy nos gustaría presentaros algunos
de los gestos más sostenibles que podemos llevar a cabo en nuestro hogar.
Uno de los grandes enemigos del consumo
eléctrico es el stand-by. Esta modalidad de desconexión parcial, supone un
gasto innecesario, ya que pese a no estar siendo utilizados los aparatos
eléctricos siguen consumiendo energía. Lo ideal es apagarlos del todo, bien
desenchufándolos o bien mediante regletas con interruptor.
Otro de los elementos más habituales en nuestro
hogar, son los ordenadores. El uso que se hace de estos es cada vez mayor, por
lo que conviene recordar que son una gran fuente de consumo. Lo más
recomendable es proceder a su apagado si no van a ser utilizados al menos
durante 10 minutos para el caso del monitor, o durante 1 hora para el ordenador
en sí. Además conviene ajustar las opciones de ahorro energético a nuestras
necesidades, especialmente en lo relacionado con el brillo de la pantalla o
primando fondos de pantallas oscuros. Todo ello, es extrapolable a los
periféricos, usándolos con moderación, por ejemplo imprimiendo solo lo
necesario, pues no solo supone un gasto de papel, sino también un gran gasto
energético.
En el hogar, es importante tener presente
a nuestros aliados en la reducción del
consumo. Aprovecha al máximo la luz natural o ventila para crear un buen
ambiente. Recuerda que el gesto más eficiente es el de pulsar un interruptor.
Debemos evitar todas las pérdidas, y parte de
ellas pasan por las ventanas. Comprueba el estado de estas, y en caso de
necesitar sustitución cabe plantearse la opción del doble acristalamiento para
evitar pérdidas de calor. No ventiles nunca con la calefacción encendida y nunca más de 15 minutos. Otro truco, pasa por bajar las
persianas durante las noches. Así evitaremos abusar de la calefacción.
Igualmente ocurre en el lado contrario, para enfriar nuestro
hogar. Lo primero es plantearse si realmente es necesario un aire acondicionado.
Siempre puedes probar a bajar las persianas de las habitaciones en desuso, no
abriendo las ventanas en horas de más calor y ventilando durante la madrugada.
Si con estos consejos no fuera suficiente, es importante tener en cuenta la
ubicación del aparato, ya que este no debe estar nunca cerca de fuentes de
calor, no donde reciba directamente la luz del sol.
La cocina es una de las estancias donde más electrodomésticos
podemos encontrar. Debemos tener en cuenta que las ollas a presión y con poca
agua suponen un ahorro del 50% de energía y
que si tapamos ollas, cazuelas o sartenes conseguiremos un ahorro del 25%. Los
hornos eléctricos implican un gran consumo, raciona su uso y siempre para
cocinar grandes cantidades, evitando abrirlos durante su uso.
Estos son solo algunos pequeños gestos que pueden mejorar la
eficiencia energética de nuestro hogar, sin que esto suponga una disminución de
nuestra calidad de vida. Afortunadamente son muchas las opciones que podemos
tomar, y dependiendo de nuestros hábitos de consumo, adoptar una medida u otra,
por lo que no hay excusas para no subirse al tren de la eficiencia.
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