Si tienes la osadía de querer un mundo sin residuos, embárcate en esta aventura que te proponemos desde Ciconia para hacer de los míticos cofres del tesoro pirata algo aún mucho más valioso.
El pirata Salvatore.
Hace muchos, muchos
años, vivía un pirata llamado Salvatore, a quien le encantaba navegar por el río
Guadalquivir, y siempre iba de un lado para el otro en busca de aventuras. Un
buen día, justo cuando salió del puerto de Sevilla, se encontró con un montón
de baches.
Qué raro, pensó
Salvatore. ¿Será que hay hipopótamos en el rio?, entonces el pirata corrió
rápidamente a ver qué estaba pasando, y se asomó por la barandilla del barco,
y… no daba crédito a lo que veían sus ojos, todo el río estaba lleno de bolsas
de basura y no le dejaban seguir su camino.
El pirata Salvatore se
enfadó muchísimo y no tuvo más remedio que ir a la ciudad de Sevilla a buscar a
los niños para saber por qué una ciudad tan bonita, estaba llena de tanta
basura.
Cuando llegó, el
pirata encontró a todos los niños de la ciudad sentados en una plaza, estaban
muy tristes porque su ciudad estaba llena de basura y no podían jugar. Se
acercó y les pregunto.
-
Hola niños, ¿porqué
esta tan sucia vuestra ciudad?
Los niños, se
sorprendieron muchísimo al ver a un pirata de verdad, y pronto le respondieron
no fuera a ser que se enfadara y se los llevara a todos en el barco. Así que
los niños le dijeron…
-
Pirata Salvatore,
nuestra ciudad está tan sucia porque no tenemos donde tirar la basura…
El Pirata los miró asombradísimo y les
pregunto…
-
¿Cómo? Acaso no tenéis
contenedores?
-
Contene… ¿qué?,
preguntaron todos.
-
Contenedores volvió a
repetir Salvatore. Son como unos cubos de colores donde poder depositar la
basura. ¿Acaso nunca los habéis visto?
-
¡Nooooo!, respondieron
a la vez todos los niños.
-
Bueno no os
preocupéis, como soy un gran Pirata, conozco muchísimas islas y ciudades, y sé
de una, donde podemos ir a buscar los contenedores de colores.
-
Bien!!!!, los niños se
pusieron tan contentos, que de repente todos comenzaron a cantar “Pirata Salvatore, tráenos contenedores”.
Al oír lo que aquellos
niños cantaban, el pirata dijo:
–
Muy bien, os ayudare,
pero tendréis que venir conmigo, ¿Queréis?
–
Siiii, respondieron.
–
De acuerdo, dijo
Salvatore, pero, para llegar a la isla de los cofres de colores, necesito a más
piratas. ¿Vosotros sois buenos piratas?.
–
Siiiiii, gritaron los
niños
–
Bien, bien, entonces comenzare
con las pruebas.
-
Para ser un buen pirata
hay que saber ponerse un parche, ¿sabéis?
-
Para ser un buen pirata
hay que saber subir las velas, ¿sabéis tirar de las cuerdas?.
-
Para ser un buen pirata
hay que saber gritar “Tierra a la vista”.
A todo lo que les iba diciendo
Salvatore los niños respondían rápidamente que sí y aprendían cómo ser un buen
pirata.
-
Ohhh veo que sois
buenísimos piratas, dijo Salvatore. Acompañadme todos al barco e iniciemos este
gran viaje.
Los niños subieron uno
a uno al barco, se colocaron los chalecos salvavidas y se dispusieron a salir
rumbo a la isla de los contenedores, y para sortear las basuras les pidieron a
los señores delfines que les ayudaran, así, mientras los delfines iban
retirando las bolsas de basura hacia un lado, el barco del pirata pudo salir a
mar abierto hacia la isla de los cofres de colores.
-
Los niños iban
navegando, cuando el pirata Salvatore grito- ¡cuidado, una tormenta!
Los niños se agarraron
de las manos, mientras el viento soplaba para un lado, y luego para el otro,
hasta que por fin llego la calma.
-
Entonces, Salvatore
cogió su mapa, y dijo ¡cuidado que viene una curva! Y luego otra, y otra y una
cascada enorme.
-
Y tras la cascada, uno
de los niños dijo, Ohhh ¿qué es aquello que se ve a lo lejos?, ¿será la isla de
los cofres de colores?.
-
Rápido dijo Salvatore,
gritemos todos, ¡Tierra a la vistaaaa!
En cuanto llegaron a
tierra, todos desembarcaron, pero… lo único que veían eran loros cantarines y monos
juguetones, así que uno de los niños le dijo al pirata.
-
Capitán, en esta isla
no hay cofres del tesoro.
-
Y el pirata le
respondió, no, en esta isla hay algo muchísimo mejor, hay cofres de color
verde, azul y amarillo. ¿Y sabéis que es lo que vamos a hacer con ellos?. Los
vamos a llevar a Sevilla, y cuando todos estén llenos, usaremos la basura para
hacer cosas maravillosas.
Los niños quedaron asombrados, no
sabían que con la basura se pudiera hacer algo, así que le dijeron al Pirata.
-
Pirata Salvatore,
cuéntanos más sobre qué podemos hacer con la basura.
-
Pues, por ejemplo con
las botellas de plástico haremos toboganes para los parques, con las latas de
refresco haremos bicicletas, con libros viejos haremos otros nuevos, y por
supuesto con las botellas de vidrio podremos hacer miles de botellas más, y así
hasta tener todas aquellas cosas que nos encantan.
-
Pero para eso, todo el
mundo tiene que saber que vamos a echar en cada contenedor ¿no?, preguntó un
niño
-
Entonces el Pirata
Salvatore se puso muy serio y dijo. Claro, eso es importantísimo, así que concentraos
bien piratas, y que a nadie se le olvide lo que voy a decir. Al cofre azul, los papeles y los cartones.
Al amarillo, los envases de plástico, las latas y los bricks, y al cofre verde
los envases de vidrio.
Los niños y el pirata
llegaron entonces a un lugar maravilloso, allí había muchos contenedores de
colores, entonces el pirata Salvatore les dijo,
-
Ya hemos llegado, así que
pequeños piratas, mostradme como estáis de fuertes…
-
Todos los niños
pusieron caras de estar muy, pero que muy fuertes.
-
ohhh sois fuertísimos.
Dijo Salvatore, cojamos todos los contenedores y corramos al barco que una
fiesta nos espera en Sevilla.
Los piratas hicieron
el viaje de vuelta muy contentos, mientras los peces daban saltitos alrededor
del barco para darles las gracias por ayudar a limpiar el río.
Cuando llegaron,
pusieron repartidos todos los cofres de colores por la ciudad de Sevilla y comenzaron
la fiesta del reciclaje.
-
Pequeños piratas ¿en
Sevilla hay cofres de colores para tirar la basura?.
-
Siiii…
-
Claro porque los trajo
el pirata Salvatore.
Y colorín
colorado, los contenedores de colores se han utilizado.
1 comentarios:
Me ha gustado mucho el cuento del pirata Salvatore.Es terrible que haya una isla de plásticosdel tamaño de casi un continente navegando por el Pacífico. El tema de la concienciación medioambiental me preocupa mucho, de echo tengo en mi blog un cuento que me premiaron llamado El niño azul y otro Historia de un rio sobre el tema que nos ocupa. Seguro que os gustarán. Os los puedo prestar si ponéis mi nombre y mi blog. Un abrazo
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