Quizás por ser uno de los contenedores selectivos que más
tiempo nos ha acompañado, tiene un lugar especial en nuestros corazones, por lo
que hemos querido dedicarle un cuento para él sólo.
ZULITO, el
contenedor de papel.
Erase una vez, un contenedor llamado Zulito que vivía en
la puerta de un colegio y un día dos niños que pasaban por su lado, le dijeron
¡zulito, por qué estas tan triste! Y Zulito les contestó, estoy muy triste
porque todos los días veo como todos los niños van al cole y como yo soy muy
grande, no puedo entrar por la puerta y nunca aprenderé las letras, los
colores… Así que los niños se quedaron pensando y dijeron Zulito tú no te
preocupes, que nosotros vamos a ir al cole y las fichas que nos den para
aprender, cuando ya nos las sepamos muy bien, te las vamos a traer y así podrás
aprender tu también. Así que los dos niños se fueron al cole cantando ¡A Zulito
los papelitos! ¡A Zulito los papelitos!
Y todos los días le traían fichas de letras, de colores,
de números… y Zulito se puso muy muy contento, tanto que se puso a bailar.
¿Sabéis como baila un contenedor? Todo el mundo bailando como un contenedor.
Pero ¿sabéis que pasó un día? Que un niño quería tirar un
pañuelito en Zulito, y Zulito corría, y gritaba ¡que nooo, que ese papel está
manchado y ya no lo puedo leer. Acordaros, los papeles manchados no se pueden
echar en los contenedores Azules, tenemos que echar los libros, los cuadernos,
las cajas para que Zulito guarde todas sus fichas y así aprenda mucho mucho, y
nos enseñe a hacer cosas divertidas, como bicicletas con latas de refresco,
toboganes con botellas de plástico… Y colorín,
colorado, este cuento se ha acabado.
Autor: Iván Lobato Gago
Autor: Iván Lobato Gago
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