En ocasiones nos preguntan sobre la fiabilidad de los
cuentos como herramienta de concienciación, en cuyo caso nos aferramos a un
claro argumento a su favor. Tan solo nos limitamos a preguntarles si recuerdan
quienes les han contado cuentos en su niñez. Si bien las respuestas son
diversas, madres, padres, abuelos… todas tienen un nexo en común, la conexión
emocional con esa persona. Y ese es precisamente el mejor aval para considerar
a los cuentos como un elemento clave para la concienciación en materia medioambiental,
pues es esa relación emotiva que guardas con la persona que te cuenta un
cuento, la que de manera inconsciente te predispone a prestarle un mayor
interés.
A lo largo de nuestra vida escucharemos una amplia variedad
de mensajes instándonos a actuar de un modo u otro, pero que duda cabe, que
aquellos que provienen de personas con las que guardamos un vínculo especial
serán tenidos en mayor consideración.
Por sus características, de transmisión oral, ligado a la
infancia, dinámico y grupal…el cuento es capaz de abrir un camino para exponer
planteamientos a los que de otra manera seríamos reacios.
Ahondando en este planteamiento, ya desde un punto de vista
psicológico, nos encontramos con dos factores clave. Por un lado, lo emocional,
lo emotivo… compromete. Esto es algo que hemos visto en campañas de
concienciación y sensibilización tan exitosas como las de seguridad vial. Por
otro lado, hay que tener en cuenta, como funciona la mente humana, y como esta
tiende a guardar los mensajes captados por sus conexiones con otros elementos,
y como al reflotar uno de ellos, podemos recuperar al resto. Así, cabe
preguntarse que tendrá una mayor perdurabilidad en la memoria de nuestro
público objetivo, asociar el mensaje medioambiental dado, como por ejemplo ¨Apaga
las luces¨ a un spot publicitario o a un cuento. En definitiva, asociarlo con
la secuencia ANUNCIOS-PAUSA-PELÍCULA o con la secuencia
DIVERSIÓN-FAMILIA-UNIÓN. Al ver el interruptor, la mente reflotará el mensaje
¨Apaga las luces¨ pero lo que verdaderamente te hará girarte para pulsar el
interruptor serán los recuerdos vinculados de forma secuencial a dicho mensaje.
En resumidas cuentas, la voluntad de actuar en conciencia, va a depender de
pensar en una interrupción de una película, o en pensar en un mensaje familiar,
divertido, que tiende a la unión y que te hace formar parte de un grupo. Un
grupo que actúa y que está dispuesto a respetar el medioambiente, y en
consecuencia apagar las luces y ahorrar energía.
Por todo ello, los cuentos son unas de las herramientas de
mayor garantía, en cuanto a concienciación y sensibilización se refiere, pues
son una vía abierta a la emotividad.