Cuando
hablamos de ECODISEÑO, hablamos de un concepto que pese a su reciente
aparición, ha cobrado cierta relevancia dentro de los parámetros de mercado.
Tal es así que en los últimos años se evidencia una clara tendencia a
reformular los productos en favor de los criterios marcados por el ecodiseño.
Pero… ¿Qué es exactamente este concepto?
Hasta
hace relativamente bien poco, cuando un equipo de producción se sentaba frente
a un nuevo producto, lo hacía teniendo en cuenta el coste,
la calidad, la funcionalidad, la seguridad, la estética o
la ergonomía del producto. Con la llegada del ecodiseño, todos estos
factores no solo han de ser atractivos para el cliente, sino que además deben
revertir en la mejora de la calidad del medio ambiente.
Así
pues, hablar de ecodiseño, supone elevar los principios del diseño básico al
campo del desarrollo sostenible, cambiando el diseño de productos o servicios
para hacerlos más sostenibles medioambientalmente, mejorando así su rendimiento
a lo largo de su ciclo de vida.
Teniendo
en cuenta esto, ecodiseñar, no es más que reforzar la planificación previa al
diseño, con objeto de identificar los procesos que se llevan a cabo en la
elaboración de un producto o servicio, con el fin de integrar sistemáticamente
los criterios medioambientales, para eliminar o cambiar acciones que
perjudiquen al medio ambiente por otras más beneficiosas. Todo ello, sin repercutir en los demás factores del
producto, citados anteriormente e incluso ofreciendo posibles mejoras.
Por
todo ello, no es de extrañar que desde las instancias legislativas, se haya
prestado especial atención a este novedoso concepto, pues si bien su
instauración a nivel europeo comenzó en los años noventas, ya desde el 2003
está regulado por la norma UNE 150301:2003 que trata de sistematizar los
requisitos del diseño para el medio ambiente de productos y servicios. Un
hecho que se ha materializado en la aparición de certificaciones de ecodiseño,
como la ISO 14006, especialmente indicada para validar que la organización
cumple la legislación ambiental legal que le es de aplicación, y que gestiona
correctamente la elaboración de sus productos y/o de sus servicios.
Pero
pensar que el ecodiseño es un aspecto vinculado meramente al medioambiente es
un grave error, pues entre otras muchas ventajas, apostar por un sistema de
ecodiseño como parte de la empresa puede ofrecer:
-
Reducción de los costes de producción, ya que se apremia la utilización
eficiente, tanto de la energía, como de las materias primas necesarias.
-
Reducción de los costes de gestión de residuos, ya que aumenta la vida útil y
la reciclabilidad de los productos.
- Reducción de los costes de transporte y
embalaje, ya que reduce el volumen de los productos.
-
Innovación, ya que renueva los productos y servicios, respondiendo a nuevas
necesidades del mercado y nuevas expectativas de los clientes.
-
Crea imagen de marca, ya que hace fácilmente reconocibles a los productos.
Por
todo ello, no es de extrañar que numerosas empresas hayan decidido instaurar
Sistemas de Gestión de Ecodiseño como parte de su organigrama de producción.
Algo, a lo que desde CICONIA CONSULTORES AMBIENTALES, estamos encantados de
contribuir.
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